MUJERES DE ZULOAGA O DE SOLANA.
¿Cuántos años tenían las viejas de negro?
Algunas-muchas-viejas a los cincuenta,
eternamente ya de negro o de alivio luto…
Viejas aldeanas con moño y delantal,
mujeres y abuelas de permanente negro
porque a una muerte se sucedía otra,
y las desgracias y la vida unían los lutos
-tres años cada uno-y al fin era mejor
vestir siempre de negro y zapatillas negras
pues la vida, a la postre, era negra
como aquella España de mi niñez llena de lechuzas
sabias de la desolación resignada,
madres y abuelas eternamente habituadas
a perder, entre Cristos y decencia.
Todo era negro, Negro el color de la vida.
Ancianas brujas de la España negra,
viudas eternas, madres de hijos lejanos o muertos,
reumáticas manos de esperanza y desconsuelo.
Rubén-que nos quiso tanto-dijo
que en el alma española crece una oscura rosa.
La rosa del enorme daño que nos hicieron.
La rosa del demonio o la rosa del cura…
Y sí, parece que cualquier tiempo pasado no fue mejor.